Pensando en divertirse un rato, entra en ella y se sienta.
—Puedo ver que es padre de dos —dice la vidente, mirando su bola de cristal.
—¡Ajá! Eso es lo que usted cree —dice el hombre con desdén—. Soy padre de tres.
—¡Ajá! —dice la adivina—. Eso es lo que usted cree